jueves, mayo 29, 2008

¿Para qué se vive?, según GET

Durante estos últimos años, mi consecuente amigo Germán Torrealba, me ha acompañado en este blog, escribiendo, aumentando y corrigiendo lo que he escrito. Ha preferido ser reactivo, que publicar su propio blog. (que además pienso lo debería hacer, y lo haría muy bien). Como el dice, "escribo en reacción". Eso nos hace ser mas fino en la investigación y en lo que se dice.
Como homenaje a su constancia, le publico en la tapa, su mas reciente comentario-post.


"La modernidad fue el tiempo de las grandes utopías sociales: los ilustrados creyeron en una próxima victoria sobre la ignorancia y la servidumbre por medio de la ciencia; los capitalistas confiaban en alcanzar la felicidad gracias a la racionalización de las estructuras de la sociedad y el incremento de la producción; los marxistas esperaban la emancipación del proletariado a través de la lucha de clases... Las discusiones relativas al "cómo" podrían ser (y de hecho lo son) interminables, pero la convicción compartida por todos era que "se puede".

Los diversos caminos para hacer real la esperanza (desde el marxismo hasta el "american way of life") son peleas familiares, al fin y al cabo y en consecuencia, todos los hombres modernos se incorporaron con entusiasmo a conseguir el sueño de progreso.

Sin embargo, a lo largo de los últimos cincuenta años, todas esas esperanzas se han manifestado inconsistentes. Es verdad que la ciencia ha beneficiado notablemente a la humanidad, pero también ha hecho posible dese el holocausto judio hasta las tragedias de Hiroshima y Nagasaki; el marxismo, por su parte, en vez de traer el paraíso comunista: se expropiarían a los dueños y entregarían la riqueza para el bien común.

Pues bien, crearon uno de los sistemas más monstruosos y opresivos de la historia mundial; las sociedades del capitalismo avanzado han alcanzado un alto nivel de vida, pero están corroídas desde dentro por el gusano del aburrimiento y el sinsentido... En resumen, que para toda una generación el mundo, de pronto, se ha venido abajo.

Así pues, la manera de superar la alineación es irse a casa y disfrutar de la vida sin empeñarse en emprender un viaje por la historia hacia una supuesta tierra de promisión que no existe.

Pero nos equivocaríamos si pensamos que los postmodernos viven trágicamente la pérdida de sentido de la historia. Consideran, por el contrario, que es más bien una ocasión para la realización humana.

Los modernos, creyendo posible construir un futuro mejor, sacrificaron el presente al futuro y, como no hay futuro, se quedaron sin presente y sin futuro. Los postmodernos, convencidos de que no existen posibilidades de cambiar la sociedad, han decidido disfrutar al menos del presente con una actitud hedonista. Los postmodernos, olvidándose del progreso, concentraron todas sus energías en la realización personal. Hoy es posible vivir sin ideales. Lo que importa es conseguir los ingresos adecuados, conservarse joven, desaparece toda barrera, todo es indiferente y, por lo tanto, nada está prohibido.

Como ya vimos, la modernidad se caracterizó por la racionalización de la existencia. Tanto es así que llegó a hacerse de la razón una diosa. Y no es exageración. Todos sabemos que los hombres de la Revolución Francesa la entronizaron como tal en la catedral de Notre-Dame.

En cambio, en la postmodernidad el homo sapiens ha sido desbancado por el homo sentimentalis. El homo sentimentalis no es simplemente el hombre que siente, puesto que cualquier hombre siente, sino el hombre que valora el sentimiento por encima de la razón. Desde luego, no hay que ser demasiado observador para darse cuenta de que el racionalismo, desprovisto ya de la aureola romántica que tuvo en el pasado, aburre a la juventud (todavía se leen en los graffitis callejeros frases como: "La sabiduría me persigue, pero yo corro más".

A la tiranía de la razón ha sucedido ahora una explosión de la sensibilidad y de la subjetividad.

Es posible combinar estas dos posturas?

Es posible conseguir a un ingeniero civil, creyente de los procesos y la planificación, pero amante de la naturaleza, la música y propenso al riesgo de los deportes extremos? Preocupado por una educación integral, técnica y gerencial, con gran énfasis en el recurso humano como herramienta para el éxito; pero que considera que el proceso de aprendizaje, ya que está destinado mayoritariamente a la juventud, si no es un proceso "Seriamente Divertido", no será efectivo.
Yo, estoy en busca de ese equilibrio... para eso vivo y creo que ese equilibrio me acerca a la felicidad."

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