domingo, julio 13, 2014

Ciudadela, mi declaración


“Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada.
Antoine de Saint-Exupery

La ontología del lenguaje (Echeverría, 2005), plantea que los seres humanos nos constituimos en el lenguaje. Es con él y a través de él, que podemos cambiar y podemos observar “cómo vamos siendo”. Es usual que un gerente, en el conocimiento de su gente y de las cosas, les coloque etiquetas a sus subordinados y sea que aunque pase el tiempo, los siga viendo, observando y evaluando desde su misma perspectiva sin darse cuenta que las personas cambian constantemente; así su percepción y su comprensión de las cosas.

Un gerente de alto rango, debería estar adiestrado y capacitado para comprender el poder transformador del lenguaje y a través de su propia transformación. Para poder desarrollar la mega competencia gerencial del “escuchar” el supervisor debe conocer como escuchar. Debe saber que cuando escucha a un supervisado debe estar en “estado neutro” desde su conciencia y dejar que su “conversación interna” llena de juicios, sea solo para indicar el camino de la conversación y por sobre todo, para estar consciente de su propia humildad y “estar presente” para quién escucha. La soberbia, la sobre estima, la prepotencia, el conocerse y sentirse superior, no son los elementos correctos en una conversación de indagación en el otro, donde podemos ayudarlo a hacer la diferencia y a superar sus propios obstáculos y limitaciones. El coaching ontológico, desde la transformación del ser, es una de las vías que algunas empresas han escogido para lograr mayor efectividad en la comunicación empresarial.

Si un gerente desea hacer la diferencia con su gente, debe permitir que la transformación ocurra primera desde adentro. Con su historia, la experticia y los reconocimientos, es usual que la alta gerencia constituya una serie de juicios que a su vez lo constituyen en la persona que es y por lo que además, se sienta muy orgulloso. Eso está bien, siempre y cuando, que esos juicios que prevalecen en su conversación interna y actuando desde el poder que le otorga el cargo, no logren imponer en su gente un pensamiento único, igual como cuando uno se observa en un espejo. Porque su realidad, y su ser lo constituyen y quizá haga lo posible por influir sin escuchar y tomar decisiones concertadas; a eso lo llamamos el pensamiento o enfoque múltiple.

Ya lo ha dicho Heráclito, 500 años AC, cuando indica que "Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña." (psicópolis,2014). Así mismo, nuestro pensador Arturo Uslar Pietri quién además de escritor haya sido poeta, dijo “Sigo los pasos que quién voy siendo” en clara alusión a la transformación del ser y del conocimiento del estar. (Facilitymanager, 2013). El “estar siendo” viene a ser lo que somos y la forma en que interpretamos al mundo tal cual lo vemos en un momento determinado. Lo importante según ambas citas, es la capacidad que podamos desarrollar para ser el observador necesario de nuestros propios cambios, y así poder disolver, cambiar, re definir los juicios por medio de los cuales, solemos interpretar al mundo y a la gente que lo constituye. Cambiar nuestra visión de lo que “vamos siendo” nos permitirá sin dudas, se más justo, más eficiente y más coherente en el trato, supervisión y guía de los demás.

Decía Antoine de Saint-Exupery, el autor de El Principito en su libro póstumo, “Ciudadela”, (Exupery, 1945), que los hombres se empeñan en desmantelar las fortalezas que tanto trabajo les han costado construir, y que luego de ello, lo que les queda son un montón de piedras desarticuladas, y concluía, “Ciudadela, te construiré en el corazón de los hombres” Hoy en día, tras haber protegido mi propia fortaleza, le doy una nueva interpretación al texto, cuando en el proceso transformador de mí mismo, se haga necesario derribar murallas, y poder encontrarnos con la esencia del ser, y desde allí, y con humildad, poder construir una nueva fortaleza en el corazón, donde siempre, la conexión con el otro, la escucha, la comprensión, la humildad y el amor, sean cada una de las nuevas piedras fundacionales de la nueva fortaleza. 

Nadie se baña dos veces en el mismo río; esa es la observación que nos hacemos como observadores. Todo cambia; ese es el maravilloso proceso de transformación, desde el cual, podemos interpretar el mundo de una manera distinta, ser mejores personas, poder trascender, acercarnos al bienestar, y sin dudas, ser  mejores gerentes.

Alberto

Referencias bibliográficas:
Proverbia. Dichos de Exupery, diponible en http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=290

Facilitymanager,(2013) Redibujarse en el trabajo http://facilitymanager.blogspot.com/2013/09/re-dibujarse-en-el-trabajo.html
Echeverría, Rafael, (2003) Ontología del lenguaje. Recuperado el 21 de Junio de 2014 y disponible en,
Echeverría, Rafael, (2007). El ciclo de la promesa. Conferencia Newfield Consulting. Material de apoyo del Programa de Certificación de Coaching Ontológico, Caracas: Indelser.

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